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"Decile a tu papá que no trabaje más..."
Habrá
sido a mediados de Agosto de 1981... un rubiecito
zurdo que en esa época competía en la categoría de Infantiles, me
impresionó muchísimo cuando al verlo jugar, descubrí su facilidad, el
manejo de los efectos y el estilo depurado que a tan corta edad, ya había
logrado.
Recuerdo
que fue en el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, mientras se
disputaba el viejo y conocido “Campeonato
Aldao”.
Allí,
en la final, situación ésta que le era familiar en esa categoría, el
rubiecito desplegaba todo su tenis lleno de inocencia, topspin e
irresponsabilidad... Ví apenas unos games junto a Adriana Korn y Andrea
Tiezzi, que se mataban de risa de los comentarios que yo hacía acerca
del futuro económico de la familia de aquel rubiecito.
Coincidió
con que era el final del partido, y al salir de la cancha, el chiquilín pasó
por delante mío. Lo felicité por su actuación y sin que él entendiera
demasiado lo que le decía, le dí, un poco en broma y un poco en serio, el
siguiente mensaje: -“Decile a tu papá que no trabaje más... que ya está!!!. Seguí
creciendo y jugando tenis... porque ya está!!!”. Me miró sonriente y se
alejó sin comprender el verdadero sentido de la broma.
Lo
que es peor... seguramente no lo debe haber recordado cuando 3 años después,
ganaba el Campeonato Mundial de 14, Sudamericanos
de Infantiles
y Menores, Banana Bowl, y
"varias etcéteras más".
Quizás
tampoco lo haya recordado cuando con apenas 15 años derrotó al chileno
Hans Gildemeister, Número 64
ATP, en el Abierto de la República
en Buenos Aires; o un poco más tarde, cuando caían ante él, jugadores
de la talla de Becker en 2
oportunidades e Ivanisevic,
siendo estos "top five" del mundo. Allí, el rubiecito aquel,
tenía 10 años más, y obtenía los Abiertos
de Saint Vincent, Palermo y Bucarest, para ponerse 30 en el Ranking del Mundo. El español Sergi Bruguera, Campeón de Roland Garros y el sueco
Mats Wilander, Número 1 del Mundo, tampoco deben haberse enterado
de lo que le dije al rubiecito aquel día... y cayeron derrotados ante
su zurda talentosa.
Diez
años más... y Argentina confió en él para nombrarlo Capitán
del Equipo Nacional de Copa Davis.
Aquel
chiquito de 11 años, es el mismo Franco
Davin de hoy, con la misma humildad, la misma seriedad, el mismo bajo
perfil... y algún que otro millón de dólares
más que puede haber hecho real mi premonición.
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Prof. Hugo Borra
Director de "A pleno Tenis"
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