La mítica devora un jugador

Se ha jugado una nueva final de la mítica Davis Cup.

Por primera vez el ganador fue Rusia, quien había perdido anteriormente dos finales, años 1994 - 1995. Su vencido en la final fue Francia, ganador de la competencia en varias oportunidades.

La localía francesa y la superficie, polvo de ladrillo; hacían suponer a priori un cierto favoritismo para el local. 

Kafelnikov y Safin, 2 grandes jugadores (Argentina los sufrió en la Semifinal), jugaban por Rusia, con la promesa del “Zar” Kafelnikov que si ganaba la “ensaladera de plata” se retiraba del tenis.

Enfrente, un equipo donde su capitán apostaba por un jugador que dio el salto este año, ganando 2 ATP de gran importancia, Paul Henri Mathieu.

Por qué un psicólogo escribe esta especie de reseña periodística?

Qué factor mental ha jugado un partido esencial en esta competencia?

Un jugador acostumbrado a grandes batallas, 2 veces ganador de Grand Slam, Australian Open y Roland Garros; deserta en el partido decisivo, se pierde lo que según sus propias palabras, sería su último encuentro oficial en caso de ganarlo. Elige despedirse del tenis sin jugar; elige dejar el sitio de héroe en manos de un joven gran jugador, Mikahil Youzny

Paradójicamente gana su sueño sin jugarlo, gana el título máximo sin aportar puntos para su equipo, ya que no ganó el single que jugó, ni el doble.

Lesiones, cansancio, etc.

Posiblemente intoxicado por mi profesión, infiero que la razón de su ausencia no se deba a las 2 razones mencionadas previamente, extraídas de distintos periódicos argentinos de enorme tirada.

Alcanzar la gloria, ver cristalizado el sueño personal, la presión, el retiro, el fracaso, el éxito; variables.

Cuántas cosas se le jugaban dentro de ese partido a este extraordinario jugador? Son muchas, tal vez demasiados partidos en uno solo. Condensación extraordinaria.

No he tenido la fortuna de trabajar con Kafelnikov, ni he hablado con él, con lo cual este artículo, este recorte subjetivo de un episodio deportivo, puede ser calificado como interpretación salvaje, como opinión personal. Estoy de acuerdo parcialmente con la crítica.

Lesiones y/o cansancio se adujo, no una decisión táctica o técnica del capitán; bien sabemos que un jugador de alto rendimiento está capacitado físicamente para soportar 3 partidos en 3 días, aún siendo 3 finales. 

También se tiene conocimiento del origen de las lesiones, de la importancia del factor mental en las mismas, los médicos deportólogos en su gran mayoría, reconocen que la tensión y la presión, juegan un papel decisivo a la hora de producirse un daño corporal.

Como hipótesis “salvaje”, infiero que Yevgeny Kafelnikov se ha perdido este trascendental último partido de su vida por causas variadas, una de ellas, eminentemente mental. La mítica ensaladera se ha fagocitado parcialmente a un gran jugador.

Lic. Ariel Borensztein

 

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