La entrada en calor
Una buena entrada en calor es de vital importancia antes de iniciar cualquier
tipo de actividad física, ya que obviarla puede derivar en serias consecuencias
para los deportistas, por ejemplo en lesiones tales como desgarros o
lumbalgias.
Con la entrada en calor se persigue la preparación del organismo para
esfuerzos mayores. El desempeño del deportista mejora calentando los músculos
antes de la actividad, puesto que aumenta la velocidad de contracción y
relajación.
Si un músculo, que permanecía inactivo es estimulado repetidamente, las
primeras contracciones son por lo general pequeñas e irregulares y la
relajación resulta incompleta. Pero de a poco las contracciones se tornan más
fuertes y la relajación es completa. Este cambio se debe al calentamiento
del propio músculo, que comprende la elevación de la temperatura local y la
acumulación de productos del metabolismo. En el organismo estos factores
aumentan el flujo sanguíneo de los músculos por dilatación de los vasos y en
consecuencia provocan una mejor provisión de oxígeno.
La entrada en calor debe ser un breve y ligero ensayo de los movimientos
corporales específicos. Con estos movimientos el objetivo no está centrado en
la búsqueda de fuerza, resistencia ni velocidad, sino en una de las cualidades
de la movilidad que es la elongación, (capacidad de un músculo de ceder ante
la contracción de su antagonista, alejando sus puntos de inserción). La
entrada en calor se efectúa antes de la preparación física, de un
entrenamiento o de un partido. El músculo se enfría en quince minutos, por lo
tanto no se debe dejar pasar más de ese tiempo entre la entrada en calor y la
actividad.
El calentamiento específico sirve para ensayar los mecanismos reflejos del
sistema nervioso que controlan los movimientos, para recobrar la familiaridad de
los gestos deportivos y concentrarnos en la actividad. Se realiza con ejercicios
isotónicos e isométricos, (igual tono-distinta longitud, igual
longitud-distinto tono). Con los primeros se busca un mayor transporte de
oxígeno para aumentar la capaciad aeróbica. Con los otros se intenta lograr
energía que derive del metabolismo anaeróbico para aumentar la fortaleza de
los músculos que participan en el ejercicio.
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