Tratamiento de recuperación del esguince de tobillo

El esguince, también llamado entorsis o vulgarmente torcedura, consiste en la lesión de las partes blandas por distensión.

El esguince es el daño más común que produce dolor en el tobillo. Además de distensión o rotura, existe traumatismo del aparato de inervasión capsuloligamentario, lo que determina por vía refleja trastornos vasomotores, amiotróficos y sensitivos, que pueden alargar la evolución aún después que el daño anatómico se haya reparado.

El esguince por inversión, es el más común en un deportista. Se produce cuando el pie se encuentra en ligera flexión plantar, dando lugar al estiramiento de los ligamentos laterales colaterales.

Los esguinces pueden ocurrir por excederse la amplitud normal de los movimientos, o por realizar movimientos anormales de la articulación.

La distensión es exactamente el estiramiento exagerado del ligamento, sin que afecte la integridad de sus fibras, o haya avulsión de su inserción ósea.

Si el esfuerzo es más intenso, las fibras pueden romperse produciéndose esguince severo y a veces, un pequeño fragmento óseo se desprende, acompañanado la rotura del ligamento. En el esguince leve, la articulación mantiene la estabilidad normal; en el severo, la articulación se disloca.

La mejor manera de hacer el diagnósito del daño es en el sitio del accidente.

Los síntomas habituales son: dolor espontáneo, y por palpación a nivel de ligamento, tumefacción adematosa, equimosis, contractura de los músculos periarticulares e impotencia funcional. 

Es imprescindible preguntarle al deportista si se ha producido ruido audible, o una sensación de desgarro.

Si se sospecha de lesión ósea, será necesario efectuar un estudio radiográfico lo más pronto posible.

En un primer momento, se debe colocar hielo en abundancia. Hay que tratar de que el deportista no apoye sobre ese pie, luego inmovilizar con un vendaje fuerte y consistente para controlar inflamación y el derrame, tratando a su vez de que mantenga la pierna en alto para favorecer el retorno venoso.

También se debe tener en cuenta el derrame, pues éste favorece la formación de adherencia.

Kinésicamente, se usa en un primer momento (además de lo antes mencionado), iontoforesis con algún analgésico antinflamatorio, bloqueo analgésico, ultrasonido para disociación de adherencias, magnetoterapia.

A partir de las 48 a 72 hs., se utiliza onda corta, ultrasonido, y se empieza con los ejercicios de tobillo, con el fin de fortalecer la zona para que no vuelva a ocurrir, empezar a elongar y por consiguiente, dar elasticidad al ligamento y seguridad al deportista, ya que en un primer instante hay miedo de volver a la actividad. 

Si se trata de un esguince leve y es tratado a tiempo, la evolución es rápida y favorable, a tal extremo de que a las 72 hs. ya se puede estar parado, entrenando en forma liviana para volver a la competencia normal a la semana.

Un consejo: Si jugando se siente o ve que está por caer, no trate de mantenerse, pues el peso del cuerpo recae sobre los tobillos y hace que la lesión sea más grave. Déjese caer, pues es preferible un raspón y no un esguince serio.

Klgo. Claudio Bosco

 

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