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Acerca del
enseñar y el aprender
¿Qué aprende el ser humano?
Más allá de lo que queremos los maestros, el ser humano aprende lo que se le da la gana. Es decir, que
si una persona no está motivada no aprende. Por eso se dice que sin motivación no hay aprendizaje. Podrá haber adiestramiento pero nunca aprendizaje. Dado que éste implica:
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Información: Centrarse en la información o en un modelo técnico del tenis, concentra lo más típico de la enseñanza tradicional. Esta enseñanza supone que la habilidad deseada debe ser incorporada a través de un proceso de repetición hasta llegar a la automatización. Una didáctica renovadora, en cambio, plantea una estrategia basada en dotar al aprendiz de la capacidad de resolver problemas técnicos y tácticos que se presentan al jugar.
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Emoción:
Esa didáctica renovada, concibe que la información que se proporciona le llega a un sujeto activo, en el sentido de que participa de su formación. El elemento que surge con esta participación es la
emoción.
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Producto: El aprendizaje debería producir resultados. Debe culminar con la posibilidad de utilizar lo aprendido. En realidad, se aprende cuando se es capaz de hacer algo que antes no se podía.
Para poder
aprender, eso sí, hace falta poder vencer el narcisismo y asombrarse ante todo lo que no
sabemos, hace falta seguir siendo capaz de maravillarse ante la aventura del conocer.
En cuanto a enseñar... ¿qué es enseñar?
Enseñar es dejar aprender. Esto significa que el maestro -encarnado en nuestro caso en el profesor de
tenis- es necesario excepto cuando estorba y obtura los aprendizajes. Suena duro pero muchas veces los alumnos
aprenden pese al profesor. Vale la pena, por lo tanto, plantearse los siguientes interrogantes:
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¿Estoy seguro de que brindo a mis alumnos un
conocimiento actualizado, métodos, técnicas, caminos, vivencias que sean vividas como positivas?
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¿Conozco
cuáles son las teorías de la enseñanza y del aprendizaje más significativas, sencillas y eficaces?
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¿Me interesa realmente mi profesión como para ponerme a reflexionar que estos aprendizajes y estas teorías
no son solo útiles para Doctores en Pedagogía?. Deben ser bien comprendidas por todos los que se dediquen a algún tipo de enseñanza.
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¿Comprendo realmente que parte de la responsabilidad de enseñar incluye
ayudar a los seres humanos a que puedan entablar una relación más inteligente con sus propios cuerpos? Y no es inteligente aprender tenis para seguir el estupidizante mandato social posmoderno de "divertirse hasta morir". En cambio sí lo es aprenderlo para vencer el sedentarismo, para recuperar la capacidad de jugar perdida en la niñez, para sentir el placer casi animal del cuerpo en movimiento.
Hay que ayudar a que las personas entiendan que al aprender tenis u otro deporte cualquiera, significa un proceso que no termina nunca. Porque siempre hay algo nuevo para aprender, siempre es posible perfeccionarse en las habilidades y destrezas ya incorporadas.
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¿Facilito el
acceso a experiencias reflexivas con el cuerpo, insistiendo en que nunca es tarde para empezar?
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¿Recuerdo al enseñar que lo fácil y lo difícil no pueden definirse desde la perspectiva del que enseña, sino desde la del que
aprende? No importa, en consecuencia, lo que yo crea que es importante que mi alumno aprenda:
lo importante es lo que el alumno está en condiciones de aprender.
Punto
clave: No todo lo que merece ser enseñado, puede ser aprendido!!!
Si aceptamos que cualquier información debe ser asimilada para ser operante, entonces debemos también aceptar que los métodos no ofrecen más que sugerencias o incitaciones. Cuando no prácticas rituales o conjunto de prohibiciones.
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¿Recuerdo a menudo que
no existe una metodología para aprender a jugar al tenis? Existen alumnos que aprenden de maneras tan diversas como ellos mismos. En todo caso yo, como profesor, debería ser capaz de construir con el aprendiz
una metodología para cada uno.
Viene bien recordar el tiempo que le llevó a la Medicina comprender que no existen enfermedades: existen enfermos.
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