Historia del
Tenis Argentino
En el año 1892, se fundó una de las instituciones más tradicionales del
tenis mundial: el Buenos Aires Lawn Tennis Club, en un lugar
conocido como las 5 esquinas: la intersección de Juncal, Talcahuano y Av.
Quintana.
En 1914, se fundó la
Lawn Tennis League, que fué la primer
entidad que intentó organizar el tenis argentino, y que contó con la
afiliación de la mayoría de los clubes de la Capital Federal y del Interior
del país. Siete años más tarde, esta liga se transformó en la Asociación
Argentina de Tenis.
Las figuras más importantes en esos años fueron: Guillermo Robson,
Roland Boyd, Américo Cattaruzza, Carlos Dumas, Zumelzú, Del Castillo, Carlos Caminos,
Knight, Arturo Hortal y Carlos Morea entre otros. La figura excluyente
entre las damas fue Analía Obarrio de Aguirre.
En 1923, nuestro país debutó en la Copa Davis, cayendo
derrotado ante Suiza por 4 a 1. El equipo fue integrado por Ronald
Boyd, Guillermo Robson, Carlos Caminos y Alfredo Villegas. En
1925, Argentina obtuvo su primer victoria en esta competencia frente a Hungría,
derrotándolo por 3 a 2.
Las figuras de los hermanos Augusto y Adriano Zappa,
Alberto Basaldúa y Héctor Etchart descollaron en
1933; y en 1937, irrumpieron Heraldo Weiss y Alejo Rusell. mientras
que Felisa Piédrola, luego señora de Zappa, fue la
figura femenina ganando 6 Campeonatos de la República.
Alejo Rusell, alcanzó la final del doble mixto en Forest Hills en el año
1943. Al año siguiente, surge la figura de Enrique Morea, quien desde hacía varios años era el número 1 indiscutido de la
Argentina (1944-1960); logró la misma brillante actuación en
Wimbledon en el año 1952 en pareja con la australiana Thelma
Long; y al año siguiente fue semifinalista de singles en Roland Garros (actuación que repitió en 1954) y nuevamente finalista del mixto en
Wimbledon, esta vez en pareja con la americana Shirley Fry, repitiendo por última vez esta final en el año 1955 con la norteamericana
Louise Brough. En el año 1950 había ganado el doble mixto en Roland
Garros y 4 años antes, en 1946, había sido finalista en ese mismo Grand
Slam en el doble de caballeros. En 1954, fue campeón de singles en Roma,
y en ese mismo torneo, ganó también el campeonata de dobles de
caballeros el mismo año, 1954 y 1955. Obtuvo infinidad de títulos en Europa
y en Sud América donde fue Nro. 1 durante 1 década (1948-1958).
Fue medalla de oro en singles en los Juegos Panamericanos de 1951,
y en el US Open alcanzó las semifinales de dobles caballeros en
1947 y de dobles mixtos en 1953. Enrique, fue considerado Nro. 8/10
del mundo en el año 1953, y ha dejado sin dudas, una huella gloriosa e imborrable
en nuestro tenis.
Damas de la talla de Mary Terán de Weiss, seguida por
Edda Buding, Nora B. de Somoza y June Hanson, entre
otras, marcaron una época brillante por esos años. Algo más tarde, en los
comienzos de los '60, grandes figuras como Eduardo Prado, Raúl Morganti y
Ernesto Ríos (mi primer profesor), jerarquizaron nuestro tenis, siendo
sucedidos a lo largo de esa década por Eduardo Soriano, Roberto Aubone y
Julián Ganzábal.
En el año 1965, Norma Baylon fue considerada por la prensa
especializada como una de las 7 mejores jugadoras del mundo; y a lo largo de casi toda la
década del 70, Beatriz Araujo lideró el Ranking de Mayores,
iniciando esa etapa con menos de 15 años de edad.
En la misma década del 70, el mejor jugador argentino de todos los tiempos,
revolucionó el tenis a todo nivel: Guillermo Vilas ganó el
Masters en 1974 y fue considerado el número 1 del mundo en 1977, ganando Roland
Garros y Forest Hills.
Ese mismo año, 1977, Argentina
derrotó a los Estados
Unidos en la Copa Davis y obtuvo por primera vez el paso a
la semifinal, perdiendo 3 a 2 con Australia; y Claudia
Casabianca ganó Forest Hills en Juniors.
José Luis Clerc acompañó a Guillermo Vilas, y
en 1978, Argentina tuvo 2 jugadores entre los mejores diez del
mundo.
En 1980, alcanzamos por segunda vez las semifinales de la
Copa Davis, cayendo
derrotados ante Checoslovaquia, país que finalmente obtuvo la
copa. Al año siguiente, Argentina fue finalista de la Davis,
perdiendo en Cincinatti con los Estados Unidos, por
3 a 1. Este mismo año, 1981, Roberto Arguello ganó el Orange
Bowl. En la primera ronda de la Davis de 1983, nuestro
país se tomó revancha, y derrotó a los Estados Unidos en Buenos
Aires por 3 a 2.
Gabriela Sabatini,
ganó Roland Garros
y 5 torneos más de juniors, transformándose en la primer juvenil del
mundo en 1984 con solo 14 años de edad. Pocos años después, obtuvo
entre otros títulos importantes, el Master femenino,
y en la década del 90, fue Nro. 3 del Mundo.
En los últimos años, fueron muchos los
jugadores y jugadoras que brindaron excelentes resultados para nuestro
tenis; muchos los juniors que obtuvieron títulos en el Orange Bowl,
incluso torneos de Grand Slam, tal es el caso de María Emilia
"Pitu" Salerni (1er. campeona argentina de Wimbledon
en individuales), que en el año 2000 fuera nombrada oficialmente por la
Federación Internacional de Tenis (ITF) como la mejor Junior del
Mundo.
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