Uno de los motivos por el cual las personas, en este caso, los tenistas perdemos el enfoque en lo que estamos haciendo disminuyendo nuestra performance es por la manifestación de un diálogo (monólogo? ) interno de características destructivas (muchas veces se exterioriza, lo escuchamos a menudo). 

Esto nos lleva a consolidar un sistema de pensamiento negativo, anulando paulatinamente la confianza en nosotros mismos.

Estos juicios en nuestra propia contra son los que durante, o una vez terminado el partido, nos llevan a preguntarnos: -"Para qué seguimos jugando al tenis?". 

Eliminar estos juicios no significa ignorar los errores. El error forma parte del juego.

Pero la confianza en uno mismo puede volver (ya que no la controlamos a voluntad), al abandonar el enjuiciamiento permanente.

Se debe aquietar la mente, dejar de auto-juzgarnos y solo intentar hacer lo mejor posible.

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