Hace 25 años Vilas marcaba un comienzo en el tenis argentino al ganar Roland Garros

Guillermo Vilas El tenis que jugaba demostraba que en cualquier momento podía dar la gran sorpresa en algún torneo de Grand Slam (había obtenido el Master en 1974); en ellos juegan la mayoría de las figuras del tenis mundial, que otorgan una mayor bolsa económica y puntos para el ranking mundial. Hasta que finalmente Guillermo Vilas, el tenista más grande que dió nuestro país, lograba el 5 de junio de 1977 el 1er. torneo de Grand Slam de su carrera y para el tenis argentino, que desde ese día ya no iba a ser el mismo.

Fue una temporada muy exitosa la que tuvo Vilas en ese año, en el que ganó 17 torneos y acumuló una racha de 50 triunfos consecutivos. El gran golpe lo dió en el polvo de ladrillo de las canchas de París cuando derrotó en la final en tan solo una hora y 53 minutos al estadounidense Brian Gottfried por 6-0, 6-3 y 6-0. Vilas ganó el torneo con total amplitud, perdiendo tan solo 20 games en sus últimos 4 partidos, 1 solo set en todo el torneo, e imponiéndose sobre figuras de la época como lo eran entre otros, el norteamericano Stan Smith y el mexicano Raúl Ramírez.

Con la ropa ajustada, la clásica vincha y el mismo conjunto para todos los partidos (lo hacía por cábala), Vilas no solo consiguió ese título tan importante en su carrera, sino también logró que este deporte se haga popular en Argentina, donde a comienzos de la década del 80 aumentaron las personas que jugaban al tenis, la indumentaria blanca se percibía en cualquier lado, los productos tenísticos se vendían en casi todos los comercios, y crecía en progresión geométrica la construcción de canchas de polvo de ladrillo en los clubes de Capital Federal y Gran Buenos Aires. "Fue muy lindo saber que pude llegar hasta acá planteándome siempre la misma forma de trabajo, la seriedad para hacer las cosas. Y Roland Garros es el lugar para eso, porque acá se respeta a la gente del tenis y todos hablamos de lo mismo. Por eso este torneo es tan especial", decía alguna vez Willy sentado en las butacas de la cancha central.

Una persona que siempre nombra Vilas cuando recuerda aquel primer título grande de su carrera es Ion Tiriac, su entrenador en ese momento. Fue el hombre que según el marplatense logró levantarle la moral cuando lo necesitaba. "A la hora de tener que contratar a un entrenador, quería precisamente que no solo se preocupara en los aspectos del juego sino también en todos los detalles que rodean al jugador. Horarios, entrevistas, hoteles, viajes. Necesitaba un tipo con la experiencia de Tiriac", comentaba Vilas en el '77 luego que la prensa se centrara en él por lo conseguido en Francia. 

En Roland Garros, Guillermo Vilas jugó 17 ediciones, en las que disputó 73 partidos y ganó 56. Además llegó en 4 oportunidades a la final (1975, 1977, 1978 y 1982), y se impuso a lo largo de sus participaciones en el certámen sobre figuras de aquella época como lo eran Yannick Noah, Arthur Ashe, Manuel Orantes y hasta sobre su ídolo brasileño Thomas Koch. Todos estos números reflejan lo que significa para Vilas este torneo en el que se siente tan cómodo hasta cuando llega todos los años para ver a las figuras actuales, para reencontrarse con los compañeros con quienes compartió horas en un court.

Vilas fue el deportista que en 1977 le robó una sonrisa a mas de un argentino, cuando se vivían momentos de temor por las desapariciones de personas, que llegaron en ese año a 30 mil secuestros, provocados durante la dictadura militar que comandaba Rafael Videla. Han pasado 25 años de aquella victoria, de aquel festejo desatado en la cancha central de Roland Garros repleta de personas que veían a un tenista con los brazos en alto, saltando y festejando. Ese hombre que luego iba a ser también campeón en ese año del US Open de Forest Hills, por lo que iba a culminar una temporada inolvidable para él y para el tenis argentino. Fue Guillermo Vilas aquel que un 5 de junio de 1977 dejó un recuerdo imborrable para el deporte de nuestro país.

Mauro Lucas Pianta

 

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