El estadio cubierto de Moscú está que arde. Se lo ve repleto de personas, que gritan y alientan cuando ven salir a Marat Safin y Yevgeny Kafelnikov. Y tras ellos van sus rivales a quienes el público no los tiene muy en cuenta. Sin embargo, esos son los tenistas argentinos que fueron semana tras semana noticia en varios torneo del circuito de la ATP y que buscarán dar el batacazo.

Es mucha la ansiedad que hay por ver la semifinal de la Copa Davis entre Argentina y Rusia y es por eso que uno comienza a imaginarse las características que puede tener a ese match. Mas allá de lo estrictamente deportivo, el Sports Palace Luzhniki seguramente estará repleto de rusos que alentarán a sus compatriotas que se las verán complicadas ante el equipo capitaneado por Alejandro Gattiker.

Cuando Argentina acababa de vencer a Croacia y se había confirmado que el próximo rival sería Rusia, las chances parecían lejanas. Mas allá de que aún faltara mucho, gran parcialidad del ambiente del tenis le daba un 30% de posibilidades a los argentinos, contra el 70% a favor de los rusos. Pero con el transcurso del tiempo, los valores se fueron equilibrando y hoy se puede decir que las posibilidades de ambos están igualadas en un 50%. Porque los argentinos demostraron en estos últimos tres meses que su nivel tenístico está a la altura de las grandes figuras, como en este caso los son los dos rusos. La brillante actuación de David Nalbandián en Wimbledon, la regularidad de Guillermo Cañas en el circuito, el “nivel copero” de Gastón Gaudio, sin olvidar a excelentes tenistas como Juan Ignacio Chela, Mariano Zabaleta, José Acasuso y Agustín Calleri, han dejado como prueba que nuestro país puede lograr otra hazaña.

Rusia también tiene lo suyo por lo que no hay que descuidarse. Safin y Kafelnikov son dos tenistas que han logrado títulos importantes en sus carreras, sobretodo el rubio, número 4 del mundo, que desea quedarse con la Copa Davis para luego retirarse de la actividad según lo confirmó él mismo. Esta decisión es una motivación mas para el ex Nro. 1 del mundo, pero igualmente nada está dicho, porque los argentinos también tienen motivos para no dejar pasar esta oportunidad: en primer lugar hay que considerar que el equipo nacional va a dejar todo y no se va entregar así nomás, ya que no les fue fácil llegar a las semifinales. También van a aprovechar el momento del tenis nacional que está dando muchas alegrías a nuestro país, lo que motiva al equipo a querer lograr este pase a la final con el objetivo de quedarse con la ensaladera y entrar en la historia, aunque con lo hecho hasta ahora, alcanza.

La superficie elegida por Rusia ha sido la carpeta, un piso muy rápido y no habitual para los argentinos que no son especialistas y tal vez no se sienten cómodos aunque han demostrado buenas actuaciones en lo que va de la temporada en canchas rápidas. Lo más reciente es la coronación de Cañas en el Master Series de Toronto, además de tener en cuenta que Nalbandián se adapta muy bien a la superficie veloz. 

La serie no va a ser para nada fácil y es por eso que Gattiker va a elegir a los tenistas que más le sean útil. La ansiedad se siente y la ilusión aumenta cada día más. Sería bueno imaginar a los jugadores argentinos abrazados y haciendo una montaña entre ellos, uno arriba del otro, en el medio de la cancha ante una multitud que los admira y los aplaude por la victoria. Se pueden soñar miles de historias que pueden tener finales alegres y tristes. Pero la verdadera historia será el 20 de septiembre cuando Argentina y Rusia se enfrenten para demostrar quien es el mejor.

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