Predicar con el ejemplo
Tenemos una cultura muy arraigada de ver en los otros las situaciones
que tenemos que mejorar, en muchos casos, esas mismas situaciones se
reproducen en mi actividad y en mi vida sin acotar las mismas soluciones
que recomendamos a los otros. Somos los que hablamos y opinamos de la
economía del país sentados en la mesa de un bar junto a un grupo de
amigos, creyendo que la única culpa que en mi casa las cosas del dinero
vayan como están, es del Ministro de Economía, siempre, o es más,
solamente, tenemos la costumbre de afirmar que la responsabilidad es de
los otros.
Cuando establecemos un programa de desarrollo personal profesional que
además incluya a su institución tenemos que indefectiblemente comenzar a
trabajar con nosotros mismos. Para poder corregir o modificar pautas
culturales de comportamiento, respuesta, relación, actividad y tantos
otros aspectos, la clave es predicar con el ejemplo. Este es el modo
directo de influenciar a las personas sobre lo que decimos que hay que
realizar. Cuando cumplimos un horario; establecemos metas, las difundimos
y las cumplimos; y fundamentalmente transmitimos nuestros pareceres
claramente. Transformando el famoso "haz lo que digo, no lo que
hago" en un profundo "haz lo que digo y hago". Considerando
al otro como un yo igual al mío que tiene las mismas necesidades,
preocupaciones, sentimientos, sensaciones y otros aspectos. Si esto ocurre
seremos entonces más creíbles, confiables y respetables personal y
profesionalmente. En definitiva tenemos una sola vida y esta debería ser
una de nuestras prioridades, ser alguien en quién la gente confía por lo
que hacemos.
Ser congruentes es el concepto. Es decir, que nuestra mente, nuestro
cuerpo, nuestros actos, se encuentren alineados hacia los objetivos.
Entonces, cada una de las personas que nos conocen sabrán cuál es
nuestra tarea y como trabajamos cada día para realizarla. El gusto, la
felicidad, el deseo, la responsabilidad, su pasión, cada uno de estos
aspectos se refleja en su acción diaria. Sin ello, es muy difícil
establecer patrones de desarrollo, dado que para que las personas
participen, crean y se integren al crecimiento deben ver en usted, el
motor para realizarlo. ¿Cómo pensar que podemos hacerlo sin predicar con
el ejemplo?. Usted debe vivir para su visión, para las personas que la
integran, para su club y obviamente en lo personal para su familia. Pero
vivir, estar presente. Agradecer cada día el poder hacerlo. O es de los
que se quejan ni bien se levantaron. Debe amar la acción, empujar, ser
proactivo. Es mejor pedir perdón por haberlo hecho que pedir permiso
antes de hacerlo y nunca actuar.
La esencia es entender su importancia como persona - profesional - marca,
nadie hará su trabajo, nadie dirigirá su escuela de tenis por Ud., ni
será el padre de la familia por Ud., ni traerá el dinero al hogar por
Ud., ni enseñará como Ud. Solo Usted puede hacerlo. Usted es el
presidente de su propia empresa y lo
que ocurra con ella es exclusivamente su responsabilidad. Quizás, es
tiempo de crecer y dejarle de echar la culpa al otro como hacíamos cuando
éramos niños. Quizás ha llegado nuestro tiempo.Tome el ejemplo
discursivo de un famoso político que habitó las pampas que repetía esta
frase como base: " mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar".
En su concepto profundo, es verdadera.
Recuerde algunas ideas:
- Cumpla lo que dice.
- Sea responsable en sus actos personales y profesionales.
- Capacítese.
- Sea claro y honesto con Ud. mismo y con los demás.
- Trabaje en equipo.
- Prepare cada clase, actividad, torneo, con tiempo y esmero.
- Sea naturalmente interesado por el otro.
- Pregunte, pregunte, pregunte.
- Cuando sepa que quiere el otro, acuerde y acuerde siempre la forma de
realizar la acción.
- En nuestra profesión tenga su propio código de ética profesional.
- Trabaje muy intensamente para mejorar.
- Desarrolle una imagen y característica positiva de su persona y
profesionalismo.
- Cuide a los demás.
- Haga tangible, este nuestro servicio que es intangible.
- Cuide al deporte, al tenis. Es nuestro medio de vida.
Busque, en cada uno de nosotros están las respuestas para el suceso de
nuestro deporte y de la profesión. El cambio siempre depende de cada uno.
Y solo uno puede engendrarlo. Su ejemplo será una ayuda para el otro y
cada acción generará una corriente de comportamiento, pensamiento o
innovación. No se quede estancado, actúe. Todos tenemos la "pólvora"
dentro de nosotros, solo basta
encender la mecha. ¿Quién lo hará?........ Y quizás en un corto
tiempo, alguien se le acerque y le susurre al oído aquella frase de
Emerson " Tus acciones hablan tan fuerte que no escucho tus
palabras".
Ahora es su turno. Hasta la próxima.
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