Es posible reverdecer el tenis amateur

Es una necesidad impostergable. Esto puede darse como realidad en algunos paнses desarrollados institucional y deportivamente en ese aspecto, pues han sido otras las previsiones y las reacciones frente al profesionalismo, pero no en nuestro caso.

El profesionalismo fue una circunstancia oportuna de todos modos madurada en un proceso de dйcadas con йxitos aislados. Por eso la decisiуn tomada por los jugadores -la avanzada mбs grande y superior de ellos- no hizo mбs que darle una vuelta de tuerca, y con йxito final a ese pronunciamiento. Ademбs, el momento fue tambiйn oportuno.

Convertido el deporte, actualmente individual, y dentro de una fascinante evoluciуn tйcnica y tбctica, en un espectбculo, enfrentу la empresa.

A distinciуn de los deportes colectivos, y segъn el desarrollo y la sensibilidad de los paнses, puede citarse el fъtbol, el bбsquetbol, el fъtbol americano, el hockey sobre hielo, y luego el rugby y el polo, el tenis era uno de los pocos deportes individuales que lo hacнa. El idilio del tenista con el tenis buscу el profesionalismo por muchas razones de beneficio individual, personal, independientemente de otra razуn poderosa: lo social, que creу y brindу este deporte desde su nacimiento y en su desarrollo cimentado en su faz competitiva. El recuerdo de un aforismo de Josй Narosky lo asociamos: "Hay amigos tan ъtiles que resultan necesarios".

Pero el profesionalismo no es todo y no lo es en un deporte individual.

Detrбs de un jugador se ve y se proyecta un club -cйdula generativa y vital de deporte en su expansiуn, una instituciуn social, un movimiento deportivo en beneficio de la disciplina practicada -en este caso el tenis- que tuvo ese primer caso feliz y alentador: la asociaciуn del deporte para regocijo, competencia, diversiуn, salud y espectбculo de muchos por muchos.

Nuestro tenis por voluntad y firmeza de jugadores-visionarios-dirigentes viviу ese momento en 1914 y desde entonces fue constante el crecimiento, aъn con penurias con la exclusiva mira del brillo del momento y la tradiciуn creciente de sus campeonatos, torneos, galardones y generaciones de deportistas aficionados.

El tenis argentino no pudo soslayar ese movimiento mundial que aportу el profesionalismo, en el cual los mejores jugadores internacionales y la Federaciуn Internacional de Tenis (cuyos dirigentes, pese al espнritu amateur que imperaba, comprendieron su trascendencia) reglamentaron, ordenaron y convinieron mutuamente.

Corresponde decir aquн que fue el triunfo para un camino ordenado. Esto dio sus frutos en lo que hoy es realidad: espectбculos masivos, la creaciуn de grandes estadios para los partidos, fabulosas inversiones de dinero en publicidad, en premios... parece ilimitado todo. Pero es en lo internacional, y cada vez mбs individual y absoluto el jugador. Su vida profesional lo ha separado en esencia de ese club, de esa instituciуn social que sigue siendo germen del deporte.

Otra consecuencia fue la mayor atenciуn de las asociaciones o federaciones nacionales -en nuestro caso la Asociaciуn Argentina de Tenis- al nuevo rйgimen. Esa atenciуn puesta en los "semilleros" juveniles, apuntaron a aquйl. Ello harб notorio un olvido y despreocupaciуn por la actividad que fue tradicional en la entidad, y en lo cual los clubes tenнan principal parte.

Si bien el campeonato interclubes, nacido en 1916 -esta temporada 2001 se juega la 85 ediciуn- representa la esperada vнa competitiva por equipos, queda un potencial magnнfico y entusiasta de jugadores sin oportunidades de competencias individuales en el orden oficial.

Quй fervor de alcances deportivos, sociales y de relaciуn desaprovechado!

El acervo tradicional de la entidad madre tiene para esto ъltimo inolvidables torneos -damas y caballeros- en las cinco categorнas que moverнa a los aficionados de primera divisiуn y los mejores de la intermedia de los clubes... Reverdecerнa el tenis de competiciуn la reanudaciуn anual y permanente de los campeonatos del Rнo de la Plata -en su inicial esencia- que es el cuarto en el mundo en antigьedad. Asн mismo el de la Ciudad de Buenos Aires, el Argentino sobre cйsped, el de Otoсo, el de los Suburbios del Sur, el torneo por la Copa Aldao y tantos otros.

Con el carбcter de Abiertos, es decir de aficionados y profesionales sin premios en dinero, y sуlo benйficos, con la reivindicaciуn de las Copas en juego.

Esta cita nos lleva a incluir la hermosa Copa "Independencia", donada por la firma Piccardo en 1916 -de ahн su nombre- para la primera divisiуn interclubes-caballeros-, inesperadamente dejada de lado en los aсos '60.

Todo esto acarrearб un significativo movimiento entusiasta en los clubes, entre ellos los jugadores, para los cuales -los aficionados- se crearб el rбnking argentino, damas y caballeros.

Ya no serб necesario considerar "veteranos" (?) a los aficionados de 23 (damas) y 25 (caballeros) como se consigna en las Memorias, categorнa que bien puede designarse, y asн lo proponemos, COMPETENCIA.

Serб un necesario movimiento paralelo a las atenciones que propone el profesionalismo, en beneficio del tenis en el orden interno, con el cual los clubes -conviene no olvidar- en la medida de la existencia de la entidad madre y en beneficio esencial de la finalidad social del tenis.

Roberto Andersen

 

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