| ¿Improvisación
y/o planificación?
Actualmente me encuentro desarrollando la actividad de Entrenador en
Luxemburgo y Bélgica, y muchas veces resulta como inevitable caer en la
comparación. La pregunta que sintetiza dicha comparación es: ¿qué
tenemos de diferente los argentinos a los europeos?. De todas formas y
aunque nuestro nivel sigue siendo siempre muy bueno, ¿qué nos falta para
ser mejores, para tener mejores jugadores?. Las preguntas son muchas, cabría
la posibilidad de una extensa lista.
Cuando hago mención a la palabra comparación no me refiero al hecho de si
hay más o menos plata, más o menos torneos, etc. Quiero tomar a la
comparación para observar cuáles son las diferencias esenciales entre
europeos y argentinos, teniendo en cuenta que estamos hablando de dos
culturas diferentes, como para poder rescatar algo positivo y aportar algún
elemento más.
Tanto jugadores como entrenadores argentinos, en líneas generales, son
vistos como capaces en el extranjero. Cabría preguntarse por qué. Muchos
hablan de que en Argentina hay un talento especial, y viendo a los
europeos en general, es verdad. Pero también observo que, debido a que en
nuestro país tenemos no pocos problemas, esto nos lleva a tener que ser más
ágiles, más rápidos, a estar más atentos, más despiertos, a resolver
situaciones totalmente inesperadas. Todo esto nos ayuda a desarrollar una
mayor capacidad de improvisación. Así como muchas veces, en Argentina,
no se sabe qué pasará mañana, muchas veces los jugadores no saben qué
torneos jugarán, etc. Según mi punto de vista esto nos hace más
aguerridos, la famosa “garra argentina”, tan codiciada por muchos, y
también tan inexplicable por tantos otros que no sospechan siquiera
nuestra realidad.
Esto marca, con rasgos bien definidos, una cultura tenística si se quiere,
cultura muy diferente de la europea, por ser muy diferentes ambas
realidades.
Aquí todo se planifica, aquí todo se organiza, esto no quiere decir que
sea perfecto. Estoy hablando de la modalidad, de la cultura. A esta
modalidad, que permite acercarse al objetivo y recorrer el camino hacia su
realización con mayor disciplina, le falta lo otro, lo que nosotros
tenemos y muchas veces no valoramos, tratando de copiar lo de afuera, como
si no tuviéramos la capacidad de crear, como si lo de afuera fuera
siempre mejor.
La planificación es algo muy bueno que tienen aquí, de lo cual jugadores y
entrenadores en general deberíamos aprender. Pienso que, si los jugadores
argentinos en general se proponen seguir un plan más organizado, el
talento y la capacidad de resolver las distintas situaciones que se
presentan van a tomar más fuerza aún.
Pero como dije antes, las realidades son diferentes, aquí se planifican
torneos con seis meses de anticipación, entrenamientos con tres, cuatro o
cinco meses. Esto para nosotros suena a utopía. Entonces, ¿cómo hacer
para planificar en un lugar donde el mañana es incierto?, quizá deberíamos
hablar de adaptación y no de copiar.
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Prof.
Guillermo
Minutella |
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