La fuerza de la unión

He escuchado varias veces que el tenis es un deporte egoísta, y tan terminante juicio me llevó a reflexionar. ¿Por qué egoísta? ¿Por qué juega uno contra otro? ¿Y el dobles? ¿Y los equipos de interclubes? ¿Acaso ahí no se comparte con uno u otros el triunfo?. 

Seguí reflexionando y observé que en estos últimos años ha bajado, notoriamente, la cantidad de inscriptos en la prueba de dobles en los torneos para menores. También veo que cada vez tiene menos jerarquía el interclubes; recuerdo que éste era el momento esperado por muchos. En otros países vemos que sigue siendo el momento esperado por muchos, y no sólamente por una cuestión de dinero.

Todo es importante, todo es formativo para el jugador, y no es bueno limitarse sólo a jugar singles. ¿Cuántas veces, jugando profesionales, el dobles puede darnos la posibilidad de continuar en el torneo? Y suele acontecer que, por no haberlo jugado desde chico, uno no se inscribe, no encuentra compañero, no está en la piel del jugador. 

Además el dobles ayuda para mejorar otros aspectos del propio tenis: sea el saque, la devolución, la volea, etc. En un torneo profesional, donde el jugador esta solo, muchas veces es el compañero de dobles quien está alentándolo desde la tribuna o detrás del alambre; y hasta hay veces que una buena práctica de dobles propicia un descanso mental.

Recién en los últimos años de competición jugué algunos torneos de dobles y también interclubes: en ese momento descubrí algo nuevo para mí, algo que nunca antes había sentido. De repente tuve más fuerza, más energía para encarar el single, me sentía mejor anímicamente. 

Ésto me lleva a la conclusión de que el tenis es, en gran medida, un deporte individual, pero que es muy beneficioso su apoyo en lo colectivo; de esta manera, los triunfos y las derrotas se viven diferente.

El ejemplo del equipo de Copa Davis puede ser muy útil. Tenemos buenos dobles. No voy a analizar cual es la causa, pero aprovechemos esta realidad como enseñanza. Que no nos pase como cuando Vilas y Clerc estaban en la cima y luego no supimos qué hacer con tanta gloria.

Soy optimista y me gusta esta nueva generación de jugadores que está surgiendo, no sólo por su nivel tenístico, sino por sus conductas, por sus actitudes, por lo que pueden dar y brindar como ejemplo a las generaciones que van a venir. Es verdad que, comparándonos con la etapa de oro, en nivel tenístico retrocedimos, pero también es cierto que en otro plano avanzamos, y la consecuencia es este nuevo grupo de tenistas que están comprendiendo que el camino es otro (no el egoísmo); no es una sola figura. 

Por supuesto que sería importante volver a tenerla, pero también es muy importante el conjunto. El nivel de tenis de un país se mide por la cantidad de jugadores que tiene entre los cien primeros. Si hay uno muy grande y nadie que lo siga, de un momento a otro, todo se acaba.

A los jóvenes les recomiendo que tengan en cuenta el dobles y la competencia por equipos, que pueden ser los primeros beneficiados, sin impostura, comprendiendo algunas de sus ventajas.

Prof. Guillermo Minutella

 

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